Después de más de 15 días desde que se decretó el Estado de Alarma, todos nos hemos visto inmersos en un mar de dudas sobre cómo llevar de la mejor forma posible una situación ajena a cualquier previsión real de afrontar nuestras diferentes responsabilidades, tanto personales, familiares y de trabajo.
En primer lugar, personal porque independientemente de la edad que uno tenga y de las experiencias que la vida le haya deparado, esta situación de confinamiento se escapa a cualquier experiencia vivida.
En segundo lugar, familiares por la necesidad de saber de nuestros seres queridos, amigos y conocidos. A medida que van pasando los días la preocupación avanza y nos sobrepasa en muchas ocasiones.
Y en tercer lugar el profesional, por cómo se está encajando esta situación en los diferentes despachos de corredores y corredurías. Un sector asegurador que, paradójicamente, excluyen por lo general las pandemias, y que hasta hace poco nos resultaban difícil imaginar. La realidad siempre supera la ficción.
Ahora bien… ¿cómo está afectando la enfermedad COVID-19 en el sector de la mediación?
Durante estos días, he recibido diferentes inputs de todo tipo de corredores y corredurías sobre cómo están llevando sus despachos y actividades, sus equipos y sobre todo la sobre saturación de información en la que nos encontramos diariamente (incluyo este artículo). Sea por la generación de contenido del propio sector como la que se genera a través de los RD del Gobierno y otras medidas de Gobiernos Autonómicos, para ayudar y controlar la situación de crisis, me veo en la tesitura de aportar una visión particular sobre qué consecuencias se derivan en el sector de la mediación a causa del COVID-19.
¿Qué medidas están tomando algunas corredurías?:
La primera: volcarse en “contactar” (remarco en comillas esta palabra) con los clientes para preguntar: ¿cómo estás? ¿Estáis todos bien? La diversidad de clientes de una cartera hace que las situaciones también sean distintas: he cerrado la tienda, estoy preocupado mi negocio no puede continuar, he sido afectado por un ERTE, etc. Situaciones que para el corredor son también una preocupación, y es aquí donde su proximidad es imprescindible para transmitir al cliente que está a su lado, que cuenta con él, que le asesorará en aquellas decisiones clave para no perjudicar su futuro inmediato que eviten tener que anular pólizas por miedo a impagos, sin valorar el impacto real que podría conllevar en caso de siniestro.
Ahora más que nunca es necesario el contacto verbal/visual con el cliente.
Es aquí, donde radica la acción actual del corredor. Conocer cuál es el grado de riesgo que puede tener actualmente el cliente y explicarle qué medidas se pueden tomar de forma coherente para garantizar en la medida de lo posible su bienestar.
En este punto es donde la gran mayoría de Entidades Aseguradoras han activado sus diferentes ayudas al consumidor en forma de: descuentos, aplazamientos, etc. Estas ayudas son imprescindibles para que se mantenga la estabilidad económica, tanto en particulares como en pymes, gracias al sector asegurador que lucha también contra esta crisis sanitaria.
Por eso es muy importante “comunicarse” con el cliente para hacerle partícipe que ser “mediador” de seguros es algo más que tramitar una póliza. Es captar las necesidades del cliente, es analizar el riesgo, es valorar qué solución es la más acorde y buscar en el mercado asegurador el producto que mejor se ajuste a dicha necesidad.
La segunda: La iniciativa colaborativa con la CRUZ ROJA de FECOR, ADECOSE, AUNNA, CIAC, COJEBRO, E2K, ESPABROK y el CONSEJO GENERAL, que juntos representan la casi totalidad del sector de la mediación, hace que podáis estar muy orgullosos de participar de este acto solidario que va más allá de los objetivos comerciales, cuotas de mercado, competencia y operadores de Banca Seguros.
«Estamos hablando de contacto directo con las personas, y es aquí donde un mediador de seguros es el contacto directo para tratar de los riesgos.»
Y por último, estoy convencido que esta experiencia que estamos viviendo nos enseñará a cambiar y adaptarnos en las nuevas reglas de comunicación con los clientes.
Por último pero no menos importante y menos en los tiempos que pasan, os mandamos un fuerte #teleabrazo, y recordad, #quedateencasa.